AUTOBIOGRAFÍA

Mi nombre es Cristian David Cañarte Mutis, nací un día como cualquier otro para cualquier persona, pero no para mi familia, 27 de abril de 1995.  Tal vez estuve en gestación sin haber sido planeado, pero afortunadamente en ese entorno abundaba la responsabilidad y el cariño, una familia. Ahora tan solo tengo pequeños recuerdos de una parte de mi niñez, aunque hay otros que los puedo revivir con una gran lucidez y facilidad. No tengo conciencia de mis primeras navidades,  pero lo que si admiro y  me gustaría mantener, son esos ojos de  niño que mira todo con tanto esplendor y curiosidad.  Recuerdo mi primer día de clases, fue cuando tenía cinco años de edad, me sentía extraño y tan solo quería salir y volver a casa,  yo patalee y golpee la puerta con toda la fuerza  hasta que me gano el cansancio y la resignación, luego al instante de haberme calmado llega otro estudiante, y curiosamente hace lo mismo que yo hice, me pregunte ¿así me veía yo?; Desde ese día, cambio mi perspectiva sobre el estudio, ya lo veía como algo divertido, especialmente porque era un sitio donde podía jugar y compartir con mis amigos, al paso de los años, en tercero de primaria (cuatro años después del primer día de clase) aparece una nueva etapa, el coro. Cuando entre a este sitio, me sentí como en casa, la música es algo que siempre me ha llamado la atención y admiración del cómo puedes transmitir y captar sentimientos sin necesidad de ninguna palabra, estuve allí durante el resto de mi primaria. En ese periodo  de estudio mi salón tuvo  constantes cambios, se iban y llegaban nuevos amigos, pero la vida me iba a dar un nuevo comienzo más adelante, primero de bachillerato.


Después de ser los mayores de primaria nos convertiríamos en los menores de la secundaria, no fue difícil mi adaptación, pero si se podía notar de cómo mis compañeras  y compañeros comenzaron a cambiar su comportamiento gracias a la etapa hormonal, unos que eran juiciosos descuidaron el estudio por conseguir pareja, comenzaron las rumbas, etc. También por esa época me llamo la atención  aprender un nuevo idioma, el ingles. Me parecía muy placentero  poder entender un lenguaje que no conocía. Aquí en este punto de mi vida volvió una pasión mas fuerte hacia la música, esta vez no estaba tan enfocado en la voz sino en un instrumento, el piano.
Siempre me ha dado satisfacción  poder lograr desempeñarme bien en lo que hago, por eso yo me enfocaba y enfoco  no tanto en sacar notas altas, sino en aprender. Pasaron tres años más,  cuando ya me encontraba en noveno (cuarto de bachillerato) el ultimo año con mis compañeros que conocí desde kínder, un año fantástico y de unión, desde allí comenzó mi verdadera preparación y proyección de lo que realmente quería y quiero ser. Recuerdo cuando ya finalizábamos el año,  tenía  dos sentimientos mezclados: 1. Algo de nostalgia por saber que desde ese momento ya dejaría de ver a muchos de mis compañeros y, 2. Alegría porque desde ese instante comenzaría a formarme en lo que realmente quería y quiero ser.
Décimo y once (Quinto y sexto de bachillerato) fueron dos años maravillosos, en los cuales me pude preparar mas como persona (ser responsable, tolerante, respetuoso, etc.), en esa etapa fue cuando tome enserio el estudio porque reflexione y medite que realmente mi anhelo es triunfar, desde ese momento me fije mis metas, ahora eran esos dos años que más adelante me servirían en la universidad. Ya cuando estábamos finalizando once, el año de los recuerdos más inolvidables, fue cuando comencé a mirar para atrás sobre todo lo que me había traído ese colegio(los amigos, profesores, las  enseñanzas, las experiencias), todos esos once años de mi vida ya tan solo serian recuerdos.
Después de un tiempo, pasando unas vacaciones fantásticas, en un diciembre maravilloso, comencé a prepararme mentalmente para el nuevo mundo que se me venía, la universidad. Ya teniendo  claro del como me sentiría el primer día en la U, estaba y estoy dispuesto para asumir los cambios de esta nueva etapa de mi vida. Sé que apenas comienzo, y también sé, lo que estoy buscando y hacia donde me dirijo, con el fin de superarme cada día más. Dios mediante.
“Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu meta.” Henry Ford.

No hay comentarios:

Publicar un comentario