Evidentemente, los derechos humanos no nacieron
de la noche a la mañana, todo se debió a los claros sucesos que fueron
manchando nuestra bandera. En los años 80, época en la cual las guerrillas y el
narcotráfico comenzaron a desarrollarse desenfrenadamente, sumando la pelea
entre liberales y conservadores disfrazada con eso del Frente nacional, formaron una época invivible en Colombia.
Pablo Escobar uno de los más grandes mafiosos que existió en Colombia, con su
exitosa exportación de las drogas al exterior, regó una semilla de esperanza a
los más pobres dándoles dinero, casas, entre otras cosas más, a quienes a futuro
serian sus sicarios. Vale recordar que
estos pobres eran pobres por culpa de las peleas ocurridas entre los dos
partidos opuestos, además de ser personas sin esperanza de un buen porvenir
desde la muerte de Gaitán. Así pues Escobar
decidió lanzarse a la presidencia con
alto grado de apoyo por las multitudes, mas este fue despojado de su puesto en
el gobierno, gracias a Rodrigo Lara Bonilla, quien luego fue asesinado. Desde este momento se ve que el gobierno es
demasiado vulnerable, entonces Pablo comienza a tomar poder al igual que las guerrillas
con mayor facilidad.
Todos sabemos que aquí el que quiere sacar al
país hacia adelante, no llega a ser presidente, lo vimos con Gaitán, Galán,
Lara, entre otros. Ya metieron aquel terror y la desesperanza comienza a surgir
viendo como el país se hunde cada vez mas y se sumerge en un hueco oscuro
gobernado por toda fuerza ilegal, disfrazados de buenos, engañando al pueblo
colombiano magia, nos muestran
espectáculos que hacen latir el corazón de nuevo mas a futuro se
derrumba porque caemos en cuenta que tan solo era una ilusión. Al ver a un
Estado tan frágil, fácil de vulnerar, se comienzan a burlar las leyes
Colombianas, incumpliendo los derechos humanos, pierden el respeto hacia sus
gobernantes. Comienzan los secuestros, involucrando las torturas, masacres, extorsiones etc. También aparecen los sicariatos, colocándole un precio a cada
vida humana. Sucesos que hasta el sol de hoy se siguen viendo, algunos con
mayor frecuencia que otros, más no significa que no han disminuido, se han
disimulado.
Lo que no nos ha permitido presenciar que
tenemos derechos humanos es aquel incumplimiento por parte del Estado de ellos,
vemos como capturan a los delincuentes y a las horas esta libre, mientras que
alguien justo puede que dure 5 años tras las rejas, pues esto es como lo
evidencie anteriormente un gobierno compuesto tanto por buenos como malos,
personas que buscan su propio beneficio pasando por encima de los demás, y
personas que quieren hacer el bien corriendo un alto riesgo de morir en el
intento. Los colombianos ya no tienen en quien creer, no se sabe si por el que
votan hará o no hará, si nos protegerá o no, si conviene o no, es más si
seguimos así, no se sabe si hasta el voto en blanco convendrá.
Por eso, como colombianos en espera de la paz
prometida desde hace varios años, somos alegres y triunfadores en las
adversidades, tenemos carnavales, músicos, pintores, escritores, científicos,
profesionales y una de las más grandes y hermosas biodiversidades que hay
actualmente en el planeta, que levanta un sentimiento de orgullo y nos ha
ayudado a soportar esta atroz injusticia. Debemos hacernos escuchar con la voz
de un solo pueblo, tomando de nuevo el poder de Colombia, educando a los niños,
el futuro de nuestra nación, quienes serán nuestros próximos gobernantes,
pintores, escritores, músicos, etc. Para que sean seres de bien, de orden, de
justicia. Tenemos que romper con esa cadena de gobernantes que desde hace años
están en el poder y no han dado chance a otros que tengan una mirada diferente
que pueda sacar al país adelante, que los medios de comunicación sean del
pueblo y muestren con orgullo lo que somos, y no lo haga solamente cuando hay
mundiales, o eventos que atraigan a los turistas. Este cambio no es
instantáneo, esto es un proceso, ¿Por qué no empezar con algo tan sencillo dar
sentido de pertenencia y orgullo como además dar una buena educación por un
futuro justo a nuestras semillas?
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